sábado, 16 de julio de 2016

Y llegó el momento de irse

Ayer, después de 33 años, le dije adiós el taburete del piano que llegó a casa de Emilia en el año 83.
El pobre ya se estaba deshaciendo por culpa de la polilla... porque años ha, en casa de Emilia había bichos del "coroyu", que al irse el taburete (y el piano, claro) se quedaron muy a gusto en él. Y poco a poco, eran cada vez más los agujeritos en cuestión. Y ya, cuando hace tres días nos encontramos a uno de los susodichos coroyos por el pasillo tan tranquilo, fue el momento de decidir que el taburete se iba de casa...


Así ayer, sin pensarlo demasiado, se quedó en el punto limpio. Eso sí, me sirvió para reencontrarme con muchos tesoros. Porque era de los que se abren y puedes guardar cosas dentro. Y ya sabéis que cuando se guarda...
 Hoy al ir a revisar todo lo que tenía allí, me encontré con partituras, por supuesto, pero también con papeles que no recordaba que estuvieran y que me sacaron más de una sonrisa.
Cuando yo comencé y asistí a mis primeros exámenes en el Conservatorio, iba como alumna libre, o sea, me preparaba los programas y me presentaba a un examen, donde tenía que interpretar las obras que el tribunal decidía, de la lista que yo llevaba preparada. Pues para mi alegría, me encontré con todos esos listados de los distintos cursos.


Lo que me hizo recordar alguna que tenía casi olvidada, y también reflexionar de cómo han cambiado las cosas, en cuestión de exigencia...

También me encontré dos libretas, que para mí, son dos tesoros: las que usaba para asistir a las clases con mi profesor de piano, Michel Mañanes. 



Quien me enseñó, que sin técnica, y no sólo con talento, no se llega a ningún sitio...o al menos se llega donde se llega...
Y que la base es esa. Trabajar y trabajar hasta conseguir lo que necesitamos.

En este enlace os dejo su canal de Youtube donde podréis escuchar alguna de sus interpretaciones: Michel Mañanes



Total, que el taburete que me acompañó tantos años, ya pasó a mejor vida y tiene sustituto. Sin nostalgia. Hay que ser práctico ;)

Pero, ¿sabéis que es lo que más me "removió" de todo esto? Pensar en esos 33 años pasados desde que me encontré un día de enero, llegando del instituto, con un piano, con su correspondiente taburete, en casa, por sorpresa, apenas 4 meses después de haber empezado a estudiar música. 
Quizás en su momento fuera una decisión un poco loca, pero el tiempo cambió esa posibilidad...

Y en ocasiones Emilia se sentaba a escuchar y a verme tocar mientras yo estudiaba...


Publicado por Alicia Hierro

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