Pues dejaré para el final la solución.
Lo primero fue tener a un pepito grillo (pepita grilla, para ser más exactos) diciéndome: "o lo haces o compro una"...Así una y otra vez, hasta que la vi tan decidida que me puse manos a la obra. Una obra menor, pero muy práctica.
Un retal de tela...
Alfiler por aquí y por allá...
Y la máquina de coser de Emilia entra en acción
Ya casi terminado el trabajo, solo falta encontrar una cinta, que rebuscando un poco en el cestillo fue bien fácil de localizar:
Y...¡Ta chán! ¡Resuelta la cuestión!
Un pequeño detalle (práctico), pero
¡en los detalles está el encanto!
Publicado por Alicia Hierro
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